Un error muy común a la hora de fijar precios para tus productos es hacerlo solamente tomando en cuenta al costo, es decir, históricamente la lógica marca calcular el costo, agregar el margen de utilidad y de esa manera obtener el precio.
Este enfoque limita las oportunidades de optimización de la rentabilidad de nuestros productos ya que no contempla el valor que nuestros productos generan en el cliente y cuanto el cliente está dispuesto a pagar por ellos. En general, determinar precio solo en función al costo lleva a fijar precios altos en mercados débiles y precios bajos en mercados fuertes.
Ante esto, es fundamental tener un enfoque de fijación de precios en función al valor.
Precios en función al valor
A diferencia del enfoque de costos que se centra en el producto, este enfoque se centra primero en el consumidor:
Si logramos determinar el precio que el cliente está dispuesto a pagar por nuestro producto o servicio, en función al valor que este genera en él, optimizaremos nuestra rentabilidad. Un ejemplo sencillo:
Digamos que tu producto te cuesta $2 y defines un margen de utilidad del 20%, con un enfoque de precio basado únicamente en el costo, tu precio sería de $2,4. Ahora bien, si tu producto genera un valor percibido importante para tu cliente y le brinda una solución por el cual esté dispuesto a pagar $3, tu rentabilidad no sería de $0,40 sino de $1.
Por ello es clave que el departamento de Marketing de tu empresa esté siempre en estrecho contacto con tu cliente para conocer lo que espera de nuestro producto o servicio y cuanto estaría dispuesto a pagar si lo recibe de una manera óptima.
Si tienes dudas respecto a este tema puedes contactarte con nosotros y con mucho gusto te asesoraremos.
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