Para algunos, en tiempos como los que corren, resulta incómodo pensar en acciones de Marketing para su empresa. Las razones para ello son entendibles y se podrían sintetizar básicamente en dos: en primera instancia la coyuntura actual afecta negativamente en la economía de muchas empresas, quienes optan por destinar sus recursos a otras cuestiones. La segunda es que en crisis como esta algunas empresas tienen miedo de hacer marketing ya que el hacerlo puede ser mal visto por muchos.
Sin embargo, al no hacer Marketing, la empresa entra en un "círculo tóxico de crisis" en el que al verse reducido sus ingresos por la crisis, no invierte en Marketing, y si no invierte en Marketing no genera nuevos ingresos. Una empresa que no genera ingresos indefectiblemente está condenada a desaparecer de manera que el Marketing, al ser el área encargada de la generación de ingresos en la empresa, es quizás el área que más hay que cuidar.
En épocas de crisis es cuando más que nunca las empresas deberían tener un Plan de Marketing. Sin un plan, difícilmente se pueden superar los diferentes obstáculos que surgen no solo en la vida empresarial sino en la vida en general. Tener un plan implica que conozcamos con precisión tres cuestiones:
Dónde estamos parados
Dónde queremos estar
Cómo hacemos para llegar ahí.
Lo primero, saber donde estamos parados supone que entendamos con claridad el problema, analizando diferentes factores que permitan ver con claridad nuestras fortalezas y debilidades y en base a ellos definir nuestras oportunidades y amenazas. Una vez que sabemos con claridad nuestra situación debemos definir donde queremos estar, es decir los objetivos que queremos conseguir. Estos objetivos deben ser específicos, es decir cuantificados y definidos dentro de un marco de tiempo. Un error muy común es no definir con precisión nuestros objetivos y si no se tiene claro los objetivos pues sencillamente no se los obtendrá y seguiremos en la misma situación actual. Una vez claros los objetivos el plan se centra en cómo se hacer para obtenerlos, es decir definir las estrategias a seguir, las tácticas y los marcos de control pertinentes.
Claramente hay empresas que planifican de manera adecuada incluso en situaciones tan delicadas como la actual, y por