Para llegar a la cima hay que vencer tus miedos. El último fin de semana tuve la oportunidad de subir al volcán Pasochoa, en el sureste de Quito. Al iniciar la travesía, en el parqueadero de entrada al Refugio de Vida Silvestre Pasochoa nos indicaron que no alcanzaríamos a subir hasta la cima ya que debíamos estar de regreso máximo a las 2 de la tarde, caso contrario el parqueadero se cierra y no podríamos sacar el auto. Con esta premisa mi acompañante y yo iniciamos el ascenso a las 9 de la mañana y después de 3 horas y media de caminata nos topamos con la base de roca que debíamos escalar para llegar a la cumbre 1 del volcán.
Al ser primera vez que realizaba este ascenso no sabía con certeza cuanto tiempo tomaría llegar a la cima desde este lugar (después supe que estábamos súper cerca, a 30 min) por lo cual calculando el tiempo que quedaba para las 2 de la tarde, decidimos regresar para cumplir con el horario que nos habían indicado al ingresar. Nos preocupaba atrasarnos por lo que incluso ciertos tramos del trayecto bajamos corriendo. A pesar de nuestro esfuerzo y después de un gran desgaste físico llegamos al parqueadero del refugio a las 2:30 pm y para nuestra sorpresa habían muchos vehículos todavía estacionados, es decir que mucha gente todavía no regresaba y se encontraba en la montaña. Éramos de los pocos que habíamos regresado lo más cerca a las 2 de la tarde. Un poco decepcionado por haber dejado pasar la oportunidad de hacer cumbre le pregunté al mismo señor que nos había dado la información inicial por qué razón había todavía tantos vehículos en el lugar y me respondió: "Si les damos algo de flexibilidad a las personas que llegan un poco más tarde". Si nosotros llegamos 30 minutos tarde, ¿Qué flexibilidad tendrían los demás? pregunté. Quizás pasado las 3 de la tarde no hay problema, nos respondió. Mi decepción aumentó ya que de no haber seguido la inexacta indicación inicial, tranquilamente habría podido llegar a la cumbre.
Muchos de Ustedes se preguntarán si están en el Blog correcto, si, es el Blog de una agencia de Marketing no de montañismo. ¿Y que tiene que ver esta historia con el Marketing o los negocios? Para mí todo. Muchas veces desaprovechamos oportunidades en nuestros negocios por ser demasiado estructurados. Ojo, no digo que esté mal acatar las normas, al contrario, precisamente por mi personalidad demasiado ligada al cumplimiento de las normas perdí una oportunidad. Es necesario seguir normas pero en situaciones como esta, cuando la información no es clara y homogénea para todos y sobre todo que claramente no es una norma sino una indicación inexacta, me parece válido tomar riesgos.
Si hacemos una analogía de esta experiencia con lo que pasa en el mercado, veremos que hay una gran cantidad de empresas que no bajan de la montaña a las 2 de la tarde, al contrario, producto de su experiencia, toman ventaja, siempre bajo los parámetros de la legalidad saben administrar la información en ocasiones difusa del mercado, toman riesgos y logran su cometido. Por otro lado, empresas menos experimentadas, paralizadas por el miedo no logran alcanzar la cima; quizás estén en una curva de aprendizaje normal de su vida empresarial en un mercado competitivo y pronto como yo que volveré a esta montaña, venciendo sus miedos lograrán alcanzar su cima.
Commentaires